Wednesday, June 28, 2006

Sueño y despedida



Sueño y despedida

Que un espectador se duerma en un espectáculo no es noticia (hay algunas obras que hasta invitan a hacerlo). Pero que se duerma un actor en plena función es algo insólito. E imperdonable. Esto fue lo que le ocurrió a Fernando Peña el fin de semana en el Multiteatro durante su unipersonal «Ni la más puta» (y, si sólo jugó a hacerlo, el efecto es el mismo para la tolerancia del público). Presuntamente, Peña no estaba de muy buen humor el sábado, o tal vez creyó que también el precepto de hierro «el show debe continuar» podía ser «transgredido». La realidad le demostró que hay cosas, y sobre todo esa, que no pueden desafiarse. Nadie paga una entrada para ver dormir a un actor. Al principio varios rieron. Luego, comenzó el insistente aplauso para que comenzara la obra pero, tras más de diez minutos, el abucheo y los improperios no tardaron en llegar. La mayoría comenzó a retirarse pasado ese lapso, y los últimos huyeron tras casi media hora, para pedir la devolución de su dinero. La «función» se había dado por terminada. El empresario Carlos Rottemberg, dueño de Multiteatro, confirmó ayer a este diario que decidió anticipar el levantamiento de la obra de Peña